Extractos del texto El educador de Carlos Rodrigues
Brandão
Algunas palabras
sobre el ejercicio del profesional de la educación
(…) Un pequeño cerebro
igual en el comienzo al de sus primos: los gorilas, los orangutanes, los
gibones y los
chimpancés, creció, aumento mucho y se volvió complejo y diferenciado. Y
fueron necesarios más
millones de años para que este lugar del pensamiento y de la imaginación
aprendiese a pensar, a
saber y a pensarse, a saberse pensando y a pensarse sabiendo. Y a sentirse
sabiendo y a pensarse
sintiendo. Pues allí fueron naciendo, como flores de la vida eterna: la
memoria, el
sentimiento del futuro, el deseo de compartir con los otros, el temor
anticipado de
la muerte, la
devoción, el afecto templado por el pensamiento y el acto de pensar
transformado
en reflexión. Un día
Gastón Bachelard dijera:
estoy sólo, entonces
somos cuatro. Y somos más, pues cada uno podrá ser la frontera del infinito.
(…)
I
Abuelos y nietos en
medio de la noche
¿Cómo habría sido la noche tal vez olvidada de todos los recuerdos?
¿Cómo habría sido la noche tal vez olvidada de todos los recuerdos?
Una noche primitiva y
ancestral en la aurora de la historia,
Cuando un pequeño ser
vivo, un millón de años después llamado: “hombre”.
Llamó para un lugar
más cercano de la hoguera encendida a su nieto
Y entonces, apuntando
con dos dedos de la mano derecha una estrella.
entre muchas del cielo
de julio, dijo por primera vez
su primer nombre.
¿Cómo habrá sido aquella noche? (…)
II
¿Cuándo un gesto
enseña, qué se hace?
entre gestos de poder
y amor: movimientos con las manos, balances de la mirada
algunos murmullos de
palabras y las primeras frases cortas del pensamiento, viajando
entre infinitas
mañanas y noches
y multiplicando muchas
veces por mil la variación de los inventarios
de las formas de pasar
de una generación a otra los secretos de la tribu
entre abuelas y
nietas, de aldea a aldea, de una casa a otra
la educación invadió
el planeta e hizo de los seres que nosotros fuimos: mujeres y hombres.
(…)
Y entre todo:
personas, palabras, signos, símbolos y sentimientos
Alrededor de las
hogueras, dentro de las cabañas por las noches con mucha lluvia,
Tocando unos con las
manos los cuerpos de los otros: aprendían-y-enseñaban
Y de nuevo, muchas
veces, enseñaban-y-aprendían (…)
“- cuando yo nací ya entonces los grandes
peces habían pasado…
- ¿Y cuándo fue que tu
naciste?
- ¡Después que los
grandes peces habían pasado!”
(…)como la hija que
aprendió con su madre y enseña a la madre
Eso, que realizado
muchas veces pasa del gesto a la enseñanza,
de la enseñanza al
saber y, compartido, del saber a la cultura.
III
Tan grande como todo
lo que es humano es la educación
(…) ¿Cómo se aprende a
cantar con la madre una primera canción de niños
Y con los viejos a
pronunciar entre balbuceos de oraciones
El nombre amado y
terrible de los seres sagrados?
(…)
¿Cómo fue que otro
enseñó a otro los otros nombres de las mismas cosas
Y los de los espíritus
de la vida con que la imaginación de alumnos y de maestros
Pobló por todos lados
un alfabeto con un sin fin de significados: el fondo de las aguas
Y la obscuridad de la
selva, el espacio azul y sin formas, el sol y la luna, el mapa
Interior de los
árboles, el alma de los bichos, el camino de los vientos errantes
Y el mensaje del
desierto?
(…)Y de una puerta a la otra entre todos
deberían pasar los seres de los cambios:
Peces, personas y
parábolas…
Y, en cada cultura,
todo iba hasta donde podía ir la educación
En un entorno de personas y saberes diferentes
e iguales…
(…)Una educación
solidaria maduraba el fruto que el saber sembraba.
IV
Fue cuando entonces…
Aquí y allí, por todos
lados, cuando crecieron los bienes y los poderes
De los hombres de
antes de nosotros, y los frutos del trabajo de todos
Multiplicó para
algunos muchas veces las cestas de granos de cereales
Justo cuando hubo la
sobra que no se gastó en la fiesta alrededor del fuego
Y el poder de guardar
lo que ya no era de todos
Transformó el uso y el
cambio solidario en la posesión y en el intercambio interesado.
(…)Se volvieron unos los dueños de la tierra,
de las márgenes de los ríos y de los arroyos
Y fueron dueños de las
ciudades y señores de las plazas del poder de decir:
“¡esto es mío, es mí
dominio!”
Y cada vez más donde
había surco sin puertas hicieron grandes puertas cerradas
Y donde todos eran
libres y diferentemente iguales, empezaron a gobernar la desigualdad
Y la maldición que
vuelve uniforme la diferencia y siervo quien era libre…
Y entonces el saber
que le daba nombre a las imágenes y hacía mitos de los sueños
Y era el fruto del
trabajo sobre la tierra e hijo del espanto y de la maravilla
Se dividió también
entre los hijos de los hombres, como la tierra y sus frutos.
Y lo que había sido
repartido entre todos: nombres, secretos, recuerdos,
Poco a poco fue
saliendo de alrededor de las hogueras y de la mirada de los primeros magos
Y se escondió también
entre paredes protegidas por muros y guardias.
Y fue cuando como el
grano robado de la mesa de los otros para granero de los ricos,
Que una parte poderosa
del oficio del vuelo de enseñar-y-aprender
Se dividió también
bajo las manos blancas de los señores de sedas
Olvidados, como los maestros de quién eran
dueños, como ellos,
De agarrar con el peso
bueno de los brazos los dos varales del arado …
¿De quién son las estrellas? ¿De quién son las
figuras que el alma de los hombres se apodera?
(…)Nosotros, criaturas y creadores de
Prometeo, encendimos un día su fuego,
Pues como todo lo que
el hombre tuvo que aprender para ser y crear
La educación es hija
del trabajo y es, ella misma, una tarea de los hombres.
(…)El educador no es un artesano parado en un
tiempo.
A causa de un o siete
sueños que tiene todos los días
- ¿y cómo ser un
profesor sin soñar esto? –
él no se puede olvidar
todos los días las tareas de su tiempo
y nada de lo que es
humano, en él, en cada uno de los días, es indiferente…
Puede parecer que hoy
somos menos de lo que fuimos ayer,
Pues el sueldo injusto
nos dice esto y hay tantas maquinas alrededor…tantas.
(…)
…El trabajo del
educador sirve para el reencuentro del hombre con su origen…
Pensar la rutina y el
misterio de nuestro trabajo como una tarea entre muchas.
Osar a recrearlo
siempre y transformar con los otros todas sus esferas:
La de la sala de
clases, de la escuela, del sistema y del local del sistema.
Imaginar que la
educación existe menor y más de lo que la escuela
Y que, educadores,
somos todos los que todavía tenemos la mirada dirigida hacia al infinito,
Al horizonte distante
y posible de un mundo fraterno de hombres libres
donde todos pueden
ser, desarmados, hermanados, alumnos y sabios.
Entre las personas del
mundo, los hombres del pueblo
De quien, profesores,
somos más y menos de lo que maestros, y mucho más de lo que meros
mediadores de algún
poder supremo
Situado fuera de él y
de nosotros mismos.
Al lado de los que no
se olvidaron de ser portadores del futuro
Increible, jamás habia leido algo con tanto fundamento. Te doy toda la ración
ResponderEliminarDeberías dársela a Carlos Brandao...
Eliminarmolt bè! ting la sensació que est home no és espanyol, més be, portuguès, es meu primer
ResponderEliminarBrasiler potser
ResponderEliminarEs como Pepe pero con barba
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